Hoy te extraño demasiado. Tengo ganas de verte, de abrazarte. Quiero darte uno de esos besos que sólo nosotros podíamos darnos. Esos besos que nos dejaban sin respiración, donde el contacto de tu piel con la mía era mágico. Eramos pura química. Sabíamos cómo prender el fuego del otro. Pura adicción el sabor de tus labios. Eramos el complemento perfecto y conocíamos el punto exacto. No estoy segura de que esta atracción haya terminado, sólo dame un minuto para encencer las cenizas ...
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