¿A qué le tengo tanto miedo? ¿Qué es lo que por las noches no me deja dormir? Creo que es el miedo de perder OTRA VEZ. Pero es tan ilógico. No se puede perder algo que no se tiene. Quizás no estoy pisando por lugares seguros y eso haga que tenga miedo de tropezar OTRA VEZ.
Las cosas cambian. Cambio yo. Todas mis certezas se convierten en dudas. Mi mundo quedó del revés. Ya no sé verdaderamente a qué le temo. Ya no sé muy bien qué busco. En ocasiones, me molesta sentir así. Si tiene tantas cosas buenas, ¿por qué tiene tantas otras malas? Encontré un lugar en donde el cielo y el infierno se hacen uno solo. Y me hace feliz. Confío. Y sin embargo tengo miedo de poner las manos en el fuego y quemarme OTRA VEZ. Un complemento perfecto. Pero también prohibido e imposible. Y realmente no sé hasta que punto ésto es así. Y realmente no sé hasta que punto son excusas. Porque no quiero salir lastimada OTRA VEZ. Ganas de escapar. Ganas de quedarme. Y preguntarme, ¿por qué corro o por qué no me muevo?
Imposible leer mi mente. Menos aún mi corazón. Es luchar constantemente y tener que elegir entre dos cosas. Lo bueno, lo malo. Lo correcto, lo incorrecto. La felicidad, la tristeza. La presencia, la ausencia.
Tengo miedo de dejar demasiado expuestos mis sentimientos OTRA VEZ. A veces querer decir todo. A veces querer qedarme en silencio. Y que siempre él pudiera entenderme con una mirada. Que siempre una palabra suya aleje los miedos. No sé si avanzar o detenerme. No estoy segura de lo que está en juego. Pero sé que no quiero equivocarme OTRA VEZ.
Estas malditas fantasías. Estos malditos sueños. La ilusión confunde a la realidad. ¿Cuál es la realidad? ¿Dónde están los fantasmas? Miedo de ver lo que no es OTRA VEZ.
Es una pérdida de tiempo querer ponerle nombre a mis sentimientos. Tiempo en el que podría ocuparme de sentir. Si aprendí que los sentimientos no se pueden evitar. Quizás no se demuestren. Quizás se nieguen. Pero siempre están allí. Guardados en un rincón. Y a veces aparecen como si nada. Si igual el problema es para nosotros. Nosotros somos quienes tenemos que lidiar con ellos.
Realmente me cansa buscar respuestas. Es esta maldita costumbre de buscar el porqué. Ésta fue una manera torpe de escribir, lo sé. Pero por un momento dejé que la mente y el corazón lucharan entre sí. Eterna pelea en mí.
Y al fin y al cabo, todo puede resumirse en unas pocas palabras. Tengo miedo de amar OTRA VEZ.
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