¿Quién hubiera imaginado que se pueden encontrar cosas buenas a la salida de un boliche? Estaba sentadita esperando el remis, y viniste vos. Tengo tu imagen en la mente, hablandome de pavadas y me río sola. Lo mejor fue tu pregunta final: ¿de qué cuadro sos? De huracán, te dije. Sé que no lo podías creer. Lo siguiente fue "agregame al face". Y yo soy taan obediente que lo hice al día siguiente.
Luché contra tus códigos porque sentí que nos merecíamos una oportunidad y claramente conseguí derribar tus barreras.
Pero te conquisté sin dudarlo el día de tu cumpleaños, apareciendo de sorpresa y con el cd+dvd de Horcas en la mano. Me abrazaste y me dijiste: no puedo darte un beso, estaría rompiendo los códigos.
Tres días después se fue todo al carajo. Nos encontramos en el boliche y antes de decirme "hola", ya me estabas dando un beso, muy atrevido de tu parte.
A partir de ese día, 20 de junio, entendimos que queríamos intentar algo. Ya pasaron 111 días. 111 días de felicidad al lado tuyo.
Todo lo demás lo sabemos nosotros dos y eso es suficiente.
Estás en Rosario y no veo la hora de que vuelvas para llenarte de besos! Sabes que te amo con todo lo que soy y que no te cambiaría por ninguno ♥ Gracias por tanto Luciano!
Hoy podemos decir... PARTIDO GANADO :) ♥
Apareciste sin que te buscara nadie,
no esperaba encontrarte ahí.
Tal vez tu risa no tenía sombras no tenía cara,
fui todo lo que ví.
Me prestaste un beso, me prestaste calma,
me prestaste todo lo que me faltaba.
Tenés la receta justa para hacerme sonreír.
Y todo el tiempo,
sabés lo que me asusta, sabés lo que me gusta estar con vos.
Me robaste el cuerpo, me robaste el alma,
ya es tuya la voz, con la que antes cantaba.
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